martes, 27 de julio de 2010

Infinito

Tal mes como éste, hace ahora dos años, me regalaron mi primera y actual réflex digital; lo que supuso sin querer el comienzo de un viaje infinito a través del pentaprisma.

Para los aficionadillos de medio pelo como un servidor, la modestia y la autocrítica siempre están presentes en la percepción de nosotros mismos como fotógrafos; al principio ésta es la única forma de asumir nuestra mediocridad pero tarde o temprano, a medida que evolucionamos, este sentimiento se convierte en uno de los efectos colaterales de llegar a una conclusión: Que en este hobby no hay forma de saberlo todo y que siempre estás aprendiendo.


Uno empieza y se dedica a disparar fotos a discreción, a tópicos, a lo que se supone que debería ser fotogénico o que debería funcionar...pero no funciona, cuelga cantidades industriales de fotos en su galería y las comparte con el mundo esperando reacciones positivas que nunca llegan, por no llegar no llegan ni las negativas.





Algo falla, usas la cámara en manual y el fotómetro está en el medio, a veces incluso juegas con la profundidad de campo o descubres que con un trípode se pueden hacer cosas interesantes...pero tus fotos siguen sin tener "punch".


Entonces encuentras páginas web con consejos y galerías de genios, y cuando creías que la regla de los tercios era la panacea te encuentras con que existe la del horizonte y que más te vale que éste esté recto si no quieres que tu foto apeste; que en los retratos tienes que enfocar a los ojos y no a la punta de la nariz; que deberías disparar a una velocidad superior a (1/focal) para que tu pulso no te arruine la foto o que para hacer una foto decente no sólo importa que haya luz sino que ésta sea de calidad y no produzca sombras duras, por eso las fotos que hacías a mediodía eran una castaña.





Poco a poco, con algunos trucos básicos, ves mejoras en tus capturas e intentas fijarte en los errores, pero esta vez de verdad, no por la modestia que venía incluida con la cámara. Te das cuenta de que por mucho que el fotómetro esté en medio, si tienes el sol de cara, vas a quemar el cielo...pero ¿Y si quieres un contraluz con silueta? ¿Y si fotografías lo que está detrás para que no te dé el sol? Te respondes a ti mismo a base de ensayos y errores...a veces son cosas de cajón y que al descubrirlas piensas: "¡Ostras, pues claro!", pero no por ello deja de ser gratificante.


Te motivas y le pegas otra patada a Internet esperando que salgan nuevas pistas de debajo de las piedras, y de repente aparecen artículos que hablan sobre "probar nuevos ángulos" o sobre "negativos digitales"; empiezas a leer sobre el postprocesado y las maravillas del RAW y cuando pensabas que con el JPG tenías de sobra se te cae el mundo encima.





Decides instalar el CD que venía con la cámara o hacerte con algún revelador conocido. Abres tu primer RAW y no sabes qué hacer, no sabes qué tocar y empiezas a maldecir al autor de aquel artículo...mueves las barras en todas las dimensiones que te ofrece la interfaz pero como no sabes qué es lo que quieres nada te convence. Lo único que te motiva a seguir adelante es la lista de ventajas que "te han dicho que tiene" sobre el JPG así que sigues toqueteando barras para ver lo que hacen y hasta encuentras un flujo de trabajo.


Al final, después de todo, pasas de ser un pseudopurista a comprender la simetría entre los reveladores RAW y los laboratorios fotográficos y le coges cariño a este formato; además, para bien o para mal, te obligas a ser más metódico con tus capturas pues, a pesar de la libertad que te ofrece, tienes que trabajarlo, así que te conviene saber qué es lo que quieres si no quieres pasarte tres días moviendo deslizaderas con el ratón. Dejas de exponer decenas de fotografías anodinas en tu galeria virtual para mostrar sólo las que pasan tu filtro personal.





Y después de tanto trabajo, después de horas y horas leyendo artículos y haciendo fotos te das cuenta de que realmente no sabes nada; encuentras nuevas formas de procesar, sigues dudando entre color o B/N, aún te preocupa la ISO y te sigues dejando el trípode en casa, intentas descifrar histogramas y aprender a derechearlos...y te encuentras con que cuando más sabes más ignoras, pero ya es tarde para desesperarte, estás enganchado y la única forma que tienes de redimirte es coger la cámara y salir ahí fuera para seguir mejorando...que aún te queda mucho por aprender.

3 comentarios:

  1. Ole ole y ole, poco mas hay que decir, has dado en el clavo con todo.
    Saludos de un compañero Canonista.

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  2. Muy bueno Tresemes, lo has clavado. Como la vida misma, pero ahora yo me pregunto... en ese viaje infinito ¿donde me encuentro? ¿en que etapa? ¿he pasado de unas a otras dejándome cosas por el camino? Seguramente, Sí, pero reconforta mucho saber que en ocasiones no viajas solo y que en el camino, encuentras a muchas personas especiales que comparten contigo la misma pasión por la fotografía.
    Gracias por compartir tu viaje personal con todos nosotros.

    Un Saludo.

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  3. Así es, paso por paso. Luego cada uno sigue su camino, rompe las reglas a su manera...

    Muy bueno!

    Un saludo!

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